el dueño de la cafeteria

lo observo impasible pero impresiobado por su franqueza
-claro que sonrio
...
-a mi tambien me gustaria que aprendieras a realizar pasteles, me he estado fijando y la mayoria de los clientes vienen por ellos
la mayoria de los clientes de los que alli se encontraban tenian servido un trozo de tarta y pastel
-y asi si falat alguno por algun motivo el otro puede sustituirlo
miro a reiji
-para mi seria un honor que me enseñara ha hacerlos
serio, en su linea

Siguió comiendo.-Me encantan tus pasteles Reiji...-bebió zumo-Comiendo estas cosas seguro me recupero antes.-Era como un niño pekeño.Miro a Mikami-...como sería su cara sonriendo?..-se acercó a él y con los dedos estiró las comisuras de sus labios dibujando una sonrisa.Eiji sonrió ladeando la cabeza.-...Kawaii..^//^

al sentir los dedos de eiji se inclino un poco hacia atras , mas por reaccion que por otra cosa
agarro sus manos con suavidad para retirarlas
-¿no crees que no deberias forzar las cosas?

-Lo sé..solo kería ver como sería una sonrisa suya.-se sentó-..y por lo ke e visto,tras esa expresión de hielo se esconde una bonita sonrisa,y un buen hombre..-le sonrió tiernamente.

ese cometario le llego, nunca le habian dicho algo asi
-me alegra que pienses eso
pero el seguia serio

Reiji se había pasado el rato mirando a ambos, sorprendido y sin poder decir nada. Desde luego y pese a la brusquedad de Teru parecía amable... aunque no lo demostrase.
Aún y con esas el simple hecho de que fuese el jefe y además tuviese el aspecto de rígido le abrumaba.
Se apartó ligeramente de la barra, sin girarse, completamente sonrojado. No quería llamar mucho la atención y aquellos comentarios y críticas constructivas sobre sus pasteles le habían puesto demasiado nervioso.
De repente le vino una imagen a su cabeza: él trabajando en casa de Teru haciendo tartas...
Se sonrojó aún más.
Bajó la mirada y acabó apoyándose en la cafetera, que tembló y una de las tazas que estaba encima de ésta cayó en un gran estruendo y rompiéndose en varios pedazos. La fortuna no sonrió a Reiji, pues no sólo había llamado la atención (cosa que no quería) si no que además uno de los trozos le hizo un pequeño corte en la mano.
Realmente la herida no era demasiado, ni siquiera era importante, pero por el simple hecho de encontrarse en la mano, sangraba profusamente y la bata se manchó.
Reiji se miró la bata manchada, después la mano y finalmente a los dos, al jefe y a su compañero con los ojos como platos.
-¿Lo siento?- llegó a susurrar.

-Reiji!!-se bajó del asiento y fué con él.-..estás sangrando...-tomó papel y se lo puso en el dedo.-..debes ir con más cuidado...y cálmate...-le miró preocupado-..voy a por tiritas y desinfectante..aprieta..-fué a por el botikín.

Se quedó en blanco, sin saber qué decir ni reaccionar. Apenas le dolía, pero la sangre goteaba hasta el suelo.
Se apretó en la herida como le dijo para detener la hemorragia y se quedó mirando a Teru con un sonrojo en su rostro. Le daba miedo pensar que su jefe podría reprocharle aquella actuación tan deplorable o hasta no caerle en gracia y cancelar aquella proposición de ir a trabajar a su casa.
Mientras todo aquello le pasaba por la cabeza y sin darse cuenta, las rodillas iban perdiendo fuerza de la misma impresión y fue resvalando hasta quedar casi sentado frente a la cafetera.
Cuando acordó, se vio tan patético que de la misma vergüenza y del mismo miedo empezaron a salir lágrimas de sus ojos.

Volvió con el botikín y lo vió en el suelo llorando.-Reiji!..-se agachó a su lado y le puso las manos en las mejillas.-Reiji...trankilizate...todo irá bien...-le abrazó para calmarle.-....no te preocupes por nada....trabajas bien,esto le puede pasar a cualkiera...-abrió el botikín y sacó una gasa y desinfectante,el cual impregnó en ella y se lo colocó en el dedo unos segundos.Cuando dejó de sangrar le puso una tirita.-..listo...-le ayudó a levantarse y lo sentó en su sitio mientras recogía los cristales.

al ver como reiji se resbalaba poco a poco hasta el suelo hizo que teru saltara la barra a auxiliarlo pero eiji se le adelanto a ayudarlo
-gracias
diciendole a eiji
no queria intimidarlo, pero su rostro serio no ayudaba
-reiji
le sujeto su rostro con suavidad
-tranquilo..... no me como a las personas
queria tranquilizarlo bromando pero no sabia bromear y le preocupaba poner mas nervioso
-ven
le ofrecio con una suavidad impensable por su aspecto
-eiji, por favor
dejandolo a cargo de la barra, dirigio a reiji a un despacho amplio, con sofa comodo y lo tumbo colocandole los pies en alto
mojo unas gasas y se las coloco en la frente, posando su mano sobre hombro para transmitirle seguridad y tranquilidad, sobretodo tranquilidad

Fue llevado al despacho por Teru y substituido tras la barra por Eiji, y pese a todo eso aún no fue capaz de decir nada.
Finalmente, al sentir la mano de su jefe sobre su hombro y estar tumbado empezó a tranquilizarse.
-Lo... lo siento... lo siento mucho, de verdad... lo siento...- susurró apartando la mirada aún sonrojado.
Fue a ponerle la mano sobre la que tenía en su hombro, pero se detuvo de golpe. El simple contacto con él le intimidaba.
Se quedó entonces con la mano en el aire, sin mirarle aún.

observo como contenia sus movimientos y sin apartar la mano de su hombro, agarra con la otra la mano de reiji
-no te tienes porque disculpar, no hay nada que disculpar, todo esta bien
deseaba tranquilizarlo

-Hai jefe.-recogió la taza rota y lo tiró a la basura.Limpió la sangre y se kedó tras la barra.-...caramba...ultimamente cuando vengo me toca hacer horas extras..

veia que no reaccionaba y tenia que sacarlo de su estado
-como te encuentras reiji
en su mirada se podia apreciar preocupacion

Finalmente le dedicó una mirada y ésta se posó en los ojos de Teru. Inmediatamente su rostro se encendió en un sonrojo llamativo que alcanzaba desde las orejas a los labios pasando por las mejillas y la nariz.
Posó una de sus manos sobre la que Teru mantenía en su hombro e intentó sonreir.. pero en lugar de eso, su sonrisa se transformó en un rostro de timidez y vergüenza que le hacía parecer algo frágil y sin duda dulce.
-B-bien... gracias...-llegó a susurrar.

lo observo
-no...no entiendo muy bien lo que te ha ocurrido
apreto la mano que sujetaba
-me lo puedes explicar, profavor

Su sonrojo no cesó.
-Lo...lo siento de nuevo... su-supongo que me intimidé al sentirme frente a alguien como usted... y... acabé con los nervios por las nubes... no... no quiero que piense que soy un patoso... ni quiero que me eche... ni quiero que...
Parecía a punto de llorar de nuevo.

se dio cuenta de su estado que se le iban a saltar las lagrimas
-en ese caso el que debe pedir disculpas soy yo, no pretendia intimidarlo
suspiro
-no voy a echarle

Abrió mucho los ojos al oir aquellas palabras. Se levantó de golpe quedando sentado en el sofá y agarrándole las manos a Teru. Le brillaban los ojos y su sonrisa era pura y sincera.
-Gracias, gracias... de verdad... gracias- inclinó la cabeza hasta posarla sobre las manos de Teru.

teru abrazo a reiji con un brazo
-no tienes porque ponerte asi, que sea el jefe no quiere decir que vaya a ir hechando a la gente de su trabajo
con la otra mano le alzo el rostro
-ademas no te he dicho que hagas tarta en mi casa

Seguía sonrojado, pegado a Teru mirándole sorprendido. Le sabía mal haberle juzgado de aquella manera, pero no pudo decírselo.
-En...entonces... qué... ¿Qué quieres que haga en tu casa? -susurró entre la sorpresa y la más inocente ignorancia.

sin despegarlo de el
-tartas, pasteles y bebidas calientes
repiro porfundamente
-es una reunion o fiesta de negocios o como gustes en llamarlo, llegaran a la noche pero han de estar hechos para el miodia para que se enfrien despues
te puedes ir

Sonrió aún sonrojado, respirando de forma un poco agitada aún por el ataque de nervios de hacía unos minutos.
-Como quiera, tartas, pasteles, dulces, bebidas calientes o frías y aperitivos si lo prefiere- le susurró sonriendo con los ojos.
Le posó la mano sobre la mejilla sin borrar la sonrisa.
-Debe de ser muy importane si tiene éste tipo de reuniones

al notar la mano de reiji en su mejilla lo miro sorprendido a pesar que su rostro mostraba seriedad, pero sus ojos hablaban por su cara
-si, lo es
se sentia algo confuso, no estaba acostumbrado a ese tipo de trato

Apartó la mano al mirar el rostro de Teru.
-Pe...perdón... alomejor me excedí con las confianzas... -susurró cogiéndose las manos entre ellas y bajando un poco la mirada.
Seguía con las mejillas sonrojadas.
-Le compensaré por las molestias que le he causado hoy, haré que todo aquel que vaya a la reunión la recuerde por los dulces y las bebidas que allí se sirvieron. Se... se lo prometo.- susurró sin separarse lo más mínimo de él.