Huyendo de la Biblioteca

-DÉJAME EN PAZ! QUIERES?!-le gritó cerrando la puerta de la sala de música quedando Yue fuera. Echó el pestillo y se sentó en el piano intentando controlar las lágrimas. Hacía tiempo que no lloraba tanto.
Seguramente en ese momento debería tener la cara rojisima y los ojos igual o peor.
Se paró a pensar, quería a Yue aun así, pero no podía evitar sentirse como se sentía. Se miró las manos temblorosas e intentó controlar su respiración entrecortada.
-Por qué?-susurró, pero resonó en toda la sala.
Eso medio asustó al profesor haciendo que se abrazase a sus rodillas quedandose en una postura de autodefensa.

-¿POR QUÉ TE TENGO QUE DEJAR EN PAZ?! ¿QUÉ DIABLOS TE PASA AHORA?
Aporreó la puerta con el puño.
-¡Déjame entrar! ¡Iruka, por Dios...! ¡Abre, va!
Se apoyó de espaldas a la puerta dejándose caer hasta quedar sentado en el suelo.
-Vamos... Iruka...-murmuró.

Se acercó a la puerta con la cara totalmente roja y un cabreo encima tremendo.
-PORQUE ESTOY HARTO DE QUE NO ME TENGAS EN CUENTA NUNCA! SIEMPRE TENGO YO LA CULPA?! PARECE QUE SEA YO SOLO EL QUE ESTÉ ESFORZANDOSE POR LA RELACIÓN, MIRANDO TODO EL TIEMPO POR TÍ Y PREOCUPANDOME POR TÍ MÁS QUE NADA!-cogió aire-Y TÚ ME LO PAGAS ASÍ?!
Dió un puñetazo a la puerta a la cual hizo que se le le astillase el sitio donde le había pegado, le sangraban los nudillos...
Se quejó bajito y se llevó los nudillos a la boca.
-Yo soy tán manejable, verdad Yue?-dijo ironicamente recordando la conversación que tuvo con Kakashi.

Se abrazó las rodillas, sin entender demasiado y entendiéndolo todo.
Estaba sentado tras la puerta con la espalda apoyada en ésta.
No sabía como reaccionar, no sabía que hacer para que aquello se arreglase.
-Lo~....- no acabó la frase, pues la última vocal se alargó temblándole la voz. ¿qué demonios le estaba pasando? Lo intentó de nuevo...
-Lo~....- no había manera, las palabras no querían salir, sólo aquel quejido tembloroso.- Lo~ sie~...nto....- susurró al final.
Dicho ésto y sin saber porqué ni como se echó a llorar.

Escuchó los lloros de Yue, los cuales se le clavaron como espinas. Se sentía mal... que estúpido era.
Abrió la puerta y tiró de Yue, un poco bestia, hacia dentro. Cerró la puerta y le miró como un padre castiga a un niño.
-Te perdono-dijo simplemente sentandose en el piano y dándole la espalda.

Negó con la cabeza mirando la espalda de Iruka. Aún no había dejado de llorar y no sabía donde poner las manos para no parecer más estúpido de lo que ya resultaba.
-No... no quiero eso...
Le costaba algo respirar.
-No quiero que me perdones... y menos... así...

Se miró los nudillos, tenía la mano ensangrentada del puñetazo que le había dado a la puerta, parecía que estaba hecha de algo más que madera...
-No se entonces como perdonarte, Yue. Qué quieres que haga? Que me cargue otra puerta?-le enseñó la mano y miró las teclas del piano.

Frunció el ceño al ver aquella sangría en sus nudillos. Bajó la mirada, casi aparentando estar avergonzado.
Yue estaba seguro de que Iruka se había enterado de lo que había pasado en la enfermería, por eso no quería que le perdonase así como así...
-Haz lo que quieras... perdoname si crees que debes... o pégame si lo crees necesario... ésta vez no haré nada.

-Yue, sinceramente...qué hiciste con Kakashi aquel día en la enfermería. El día que te quedaste a dormir por primera vez en mi habitación-le preguntó muy serio con la mirada perdida en las teclas blancas y negras.
Estaba preparado para escuchar lo que fuese.
-Quiero que me digas la verdad... Eso de "Estaba muy sano" me sonó fatal-dijo con el ceño fruncido.

Suspiró algo sorprendido por aquella pregunta, pero resignado.
-Yo... me acerqué a Kakashi, y acabamos en la cama... pero después intentó hacerme él a mi... ya... me entiendes... y no pudimos continuar... me... me puse a llo...rar...- le costaba hablar, tenía un nudo en la garganta.
-Lo... siento...-susurró.

Iruka seguía mirando las teclas.
-Claro, y como necesitabas desahogarte, fuiste a por mí...No?-le preguntó con sarcasmo y con un tono dolido.

-En.... en realidad me peleé con Kakashi el primer día que os conocí... porque tenía intenciones de ir tras de ti... pero Kakashi también quería...-susurró.
-Por eso le dije que se quedase conmigo un rato... para apartarle... pero ya da igual- seguía susurrando y mirando al suelo.

-Entonces porque Kakashi quiere ahora contigo?-le preguntó mirandole fijamente. Notó un pinchazo en los nudillos y se llevó la mano al pecho llenandose la camiseta de sangre.

-¿Que... Kakashi...?- le miró sorprendido.- ¿De donde has sacado que Kakashi quiera algo conmigo? ¡Pero si es contigo con quien quiere acostarse!
Parecía contrariado, realmente no entendía nada.

-No te dijo en la enfermería que le gustaban chicos con personalidad fuerte? Dijo en la enfermería que te quería! Y tú lo rechazaste, me acuerdo bien!-dijo levantandose y mirandole enfadado.

Se achicó ante aquella mirada.
Ahora lo recordaba bien, pero había estado tan obcecado con aquello de que Kakashi iba tras Iruka que ni había caido en la cuenta de que también iba tras él.
No pudo contestar a aquello, sólo bajó la mirada y se acurrucó un poco intentando protegerse.

Suspiró abatido y volvió a sentarse.
Tendió una mano hacia Yue.
-Ven-dijo simplemente.

Se acercó a Iruka sin mirarle.
Quedó ante él, de pie mirando al suelo y con cara de culpa.
-¿Qué quieres?- susurró.

Le cogió del cuello de la camisa e hizo que se agachase chocando los labios de Iruka con los suyos.
-Te perdono, pero no me engañes más y no te enfades tanto o te saldran arrugas-murmuró soltandole la camisa.

-Yo...
Apartó la mirada de golpe y dio un paso hacia atrás.
El cabello le cubría casi todo el rostro, y de habérsele visto habría sido peor, pues tenía una mueca de dolor y culpa que no podía ocultarse.
-Lo siento, Iruka.... no pensé en aquel momento... creía que la discusión significaba que no querías saber nada más de mi y...

Iruka parpadeó totalmente confundido.
-Qué quieres decir?-dijo mostrando su semblante serio.
Examinó a Yue y le apartó el pelo de la cara mirandolo fijamente.

-Se me insinuó un profesor nuevo en la enfermería... había bebido mucho, intentaba olvidar todo lo que había pasado... y cuando me di cuenta... habíamos...

Empezó a temblar temiéndose la reacción de Iruka.

-Por eso te he dicho que si quieres pegarme... que lo hagas...-susurró.

La mano que aguantaba el pelo de Yue le temblaba. La dejó caer a su lado con la mirada perdida.
Intentó saber como estaba él mismo, bajó la cabeza y se levantó. Dió unos paseos por la sala intentando pensar con claridad.
-Yue-dijo al final-Yo te quiero y te has vuelto lo más importante para mí, no querría perderte por nada del mundo...Diría que estoy enamorado de tí-suspiró y miró a Yue-Pero veo que tú de mi no mucho...o sí?
Le miraba con gravedad.

Se abrazó a sí mismo, temblando.
Tenía miedo de como se estaba poniendo Iruka... de hecho, tenía miedo de cualquier cosa que le dijese o de cualquier movimiento que hiciese... porque sabía que no tenía derecho a reprochárselo.

-Iruka... yo.... yo te quiero.-susurró.

-Y luego soy yo el uke llorón...-murmuró mirando a Yue temblar y medio riendose con sarcasmo.
Se acercó a él, se agachó a su lado y le quitó el pelo de la cara, le dió un beso tierno en los labios para tranquilizarlo e hizo que se echase sobre él. Le abrazó la cabeza.
-Baka-dijo sin dejar de estar serio-A pesar de todo intento que estes siempre bien y no te sientas solo...Yo estoy contigo...