El que madruga Yaoi-kami le ayuda [?]

Umino Iruka:

Despues de la noche movidita lo único que pudo hacer fue dormir como un tronco. Hacía tiempo que no lo hacía. No había pero aun así aun sentía una resaca tremenda producto de los pensamientos que había tenido durante el principio de la noche. Llegó a la cafetería a las 6 le extrañó verla abierta, pero aun así entró para desayunar algo y despejarse.
Estaba completamente vacía, normal...
-Buenos días...-saludó a un camarero que estaba limpiando la barra y se sentó en ella.
-Q-qué desea?-le preguntó extrañado por verlo allí a esas horas.
-Café con leche-le sonrió-Por cierto...como es que está abierta la cafetería?
El camarero le sonrió a su vez y se giró hacia la maquina de café.
-Estabamos preparando la cafetería para el primer día-dijo sin mas tendiendole el café-Algo más?
Iruka negó con la cabeza aun sonriendo y se llevó la taza a los labios.

Alzó la vista hacia Cross, tampoco le había visto llegar.
-Buenos días sensei-le contestó volviendo a mirar su café. Evitaba mirarle por varios motivos. Uno; se sentía culpable por olvidar tán rápido a Yue...Bueno aunque no tan rápido. Y dos; le gustaba y aun no sabía como demonios había podido ocurrir eso, demasiado rápido, demasiado confuso. Bebió lentamente la tacita sin decir nada, había un silencio sepulcral.

Miró por la ventana, aun estaba oscuro.
-Supongo-volvió a poner su atención en el café, con la tenue luz de la cafetería podía verse las morenas mejillas de Iruka con un cierto tono rojizo. Se llevó la taza a los labios y bebió lentamente con los ojos entrecerrados.
Se a acabó entera y la dejó limpiamente sobre el platito y suspiró. No sabía si irse de allí o quedarse. Era extraño porque quería huir, pero tampoco quería volver a perder de vista a Cross.

Siguió sin mirar a Cross, parecía que no se daba cuenta. Esperaba que no se diese cuenta, era demasiado vergonzoso.
-Estoy bien, solo tengo algo de sueño-comentó mirando fijamente la barra, como si no hubiese nada tán interesante como aquello.
Suspiró, pensaba, pensaba y no dejaba de pensar en que ocurriría si ellos empezasen a salir. Demasiado improvable, eran demasiado distintos. Además, Cross...era un ligón incapaz de empezar una relación estable con él, era celoso eso sería un problema. Frunció el ceño al pensar todo aquello, ni que hubiesen empezado...Se puso rojo hasta las orejas.

Iruka dió un respingo como si tuviese un resorte en el asiento y se volvió a poner rojo hasta las orejas.
-NO!!-exclamó mirando a Cross involuntariamente.
Cuando se dio cuenta apretó los labios como cabreado consigo mismo y volvió a mirar la barra.

Se atragantó. Tosió durante un buen rato hasta que pudo tranquilizarse y mirar de reojo a Cross con la cara hecha un poema. (Un poema rojo XD)
-Pues...principalmente lo segundo, pero lo primero tambien tiene que ver-dijo sin querer soltar cuerda.

Frunció el ceño mirandose fijamente las manos que descansaban en sus rodillas.
-No sé que tengo que hacer, es un lío-murmuró sin apartar la vista de allí-No soy bueno con mis sentimientos. Nunca lo he sido...

Se quedó callado. Lo único que pensaba era "Tierra trágame", le había liado de tal manera que había dejado un momento increiblemente oportuno para decirlo. Pero no, no podía, él no iba a dar el paso. La cara se le volvió de color rojo de una forma casi enfermiza.
-M-me...-empezó a decir-averguenza decirlo.

Abrió los ojos.
-ICHIGO?!-dijo medio gritando-Me ves cara de Komui?! (Uy, golpe bajo...Si Komui estuviese aquí, pobrecito XDDD) No, no es ninguno de esos, además a Gin no lo conozco...
Miró hacia otro lado aun avergonzado.

Le puso una mano en la cara para apartarlo.
-Quieto-dijo aun con el mismo color de cara de antes.
Le dieron ganas de correr, se había metido en la boca del lobo.

-No estoy rojo-medio gritó. Pero obviamente decía lo contrario de lo que era.
Intentó soltarse de Cross, cada vez se sentía más confuso. Cada vez más y sin querer ya empezaba a tener miedo. Miedo a empezar una relación y que esta acabase de la misma manera que acabó la otra. No quería, mientras pensaba todo esto no podía evitar tener ganas de llorar.
-Cross...no debí haberme fijado en tí-murmuró mirandolo fijamente con las lágrimas a punto de salir.

[Jo, me dan ganas de llorar hasta a mí XD Lo entiendo muy bien, también me ha pasado lo mismo u3u]

-¿Por qué?-preguntó el pelirrojo sin soltarle.
-Mirame Iruka-ordenó-Yo no soy esa persona, no voy a desaparacer de la misma forma, si no superas tus miedos nunca podrás avanzar-dijo tajante aun con la mano de Iruka fuertemente sujete entre la suya.
-Si necesitas llorar hazlo pero no dejes que tus miedos te impidan avanzar. Se un hombre y enfrentate a ellos.-terminó de decir cerca del rostro del castaño.
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Pobre Iru lo que le dice Crossi-chan pero tiene razón, Iru no se puede tirar la vida esperando a Yue u.u

Se frotó los ojos con una mano libre y bajó la cabeza aun frotandose los ojos. No quería llorar, esa persona no se merecía que llorase por él.
-Desapareceras aun así?-murmuró tán bajito que a penas se escuchó.

No pudo evitar reirse, mientras Cross lo tenía entre las manos se rió a más no poder. Despues no supo lo que hacía, en aquella cafetería de instituto se apoyó en su pecho, como un niño pequeño y empezó a llorar. Lloraba y reía a la vez, era una sensación tán extraña, como si se hubiese quitado un gran peso de encima. Como si Cross con esas palabras hubiesen hecho que el peso que hacía aquella persona sobre Iruka se esfumara. Tenía la frente apoyada sobre el pecho de Cross, solo mirando al suelo, le avergonzaba de tal forma que no quería mirar al otro.
-Pues dile a la muerte que no te lleve-consiguió decir entre tartamudeos.

[u3u Con lo buena pareja que harían...ains~ que monos XD]