Heladeria Tucan

AIZEN

Llego a la heladeria acompañado de Ryoma y se puso a observar atentamente el lugar: la heladeria es una habitacion amplia, ambientada con motivos del caribe. En las paredes de color celeste agua, finjiendo ser un cielo despejado, habian dibujos de tucanes y otras aves que no lograba reconocer. El mobiliario estaba compuesto por el mostrador (donde habia una joven dependienta), mesas y sillones, todos estos muebles era de color azul oscuro.
- y bien? que quieres pedir? - le pregunto a Ryoma con una sonrisa.

Observo la gran cantidad de gustos de helado que habia y tras pensarlo un poco se decidio. - Deme uno de dos bolas, una de melon y la otra de sandia. Tras recibir el pedido de ambos y abonarle a la vendedora, quien habia mencionado lo lindo que era que un joven padre llevara a su hijo de paseo, se sentaron en una pequeña mesa al fondo del local.
- Se que aparento un par de años mas de los que tengo, pero confundirme con tu padre creo que es demasiado... - le dijo con una sonrisa a Ryoma mientras comenzaba a comer su helado.

Recordar a su familia siempre era un tema dificil para el. No se sentia triste, ya que casi no los habia podido conocer, pero siempre tenia una sensacion de añoranza por ello.
Dejo su helado un momento y suspiro profundamente antes de contestar. - No, no tengo familia. Mis padres murieron en un accidente cuando yo era un niño, tenia apenas 2 años, y desde ahi que he estado solo - contesto neutralmente, ya sin su habitual sonrisa. - Tu tienes familia? - le pregunto tratando de alejar a su mente de aquel tema, que siempre lograba bajarle los animos.

Vio como el joven le pedia disculpas y le sonrio para tranquilizarlo, despues de todo no habia sido para tanto. - No hace falta que te disculpes. Bueno, por lo menos tienes a tu hermano cerca... tu padre tambien vive en USA? - pregunto al pasar. Sin embargo luego de haber hecho la pregunta cayo en la cuenta de si Ryoma no habia mencionado a su padre, era por algo. - No tienes que contestar si te molesta hablar de ello - agrego para luego seguir comiendo de su helado.

Penso unos momentos antes de responder esa pregunta. Si tenia que contestar todo lo que le habia llevado a ir a vivir a esta ciudad, podria estar hablando dos horas minimo. - Bueno, para resumirlo podria decir que vine a vivir aqui porque necesito descansar. Tambien podria irme a vivir al campo, pero me 'recomendaron' esta ciudad y aqui termine. Ustedes porque viven aqui? - le devolvio la pregunta con una sonrisa mientras continuaba comiendo el helado.

Elevo ambas cejas al oir la respuesta de Ryoma. - Torneo? Que deporte practicas? - pregunto mirandolo fijamente. Y ahora que lo veia con mas detenimiento, tenia la ligera sensacion de haberlo visto en algun lado.

Talvez lo habia visto en alguno de esos torneos. Si bien el no era precisamente un amante de ese deporte, solia verlos de vez en cuando. - Te tengo visto de algun lado, asi que seguramente has participado en algun torneo juvenil conocido - comio de su helado antes de responder la pregunta que Ryoma habia hecho. - Me dedico a la politica. Algo que seguramente te parecera aburrido - le dijo con una sonrisa.

Sonrio ante la pregunta de Ryoma. - Soy senador. - contesto simplemente - Mas que un oficio dificil, es agotador. - agrego ante lo dicho por el joven. Termino de comer su helado y apoyo el vasito plastico sobre la mesa. - Piensas convertirte en un jugador profesional o te dedicaras a otra cosa? - pregunto con cierta curiosidad.

(Gomen por la demora!!!! no tenia internet U_U )

Por lo visto habia provocado el efecto que no le gustaba provocar... esa era una de las razones por las cuales no le gustaba decir a que se dedicaba. Aunque tenia que admitir que las reacciones de ese tipo se le hacian divertidas. Presto atencion a las reacciones y a lo dicho por el joven sobre su carrera y le agrado el hecho de que, a pesar de su edad, mostrara tanta conviccion en lo que queria hacer. Le sonrio antes de contestar la pregunta, se sabia la constitucion practicamente de memoria - La duración del cargo es de seis años, pero la Cámara se renueva por terceras partes cada dos años... - dijo neutralmente. - Es bueno que tengas tanta conviccion sobre lo que quieres hacer, de seguro tendras exito. - termino la frase con una pequeña sonrisa.

Penso por unos momentos la respuesta, nunca le habian preguntado algo como aquello. Tras meditarlo unos momentos dio la respuesta que creia mas conveniente - En verdad no lo se. Fue como algo provocado por el destino, una sucesion de hechos que desencadeno en esto. De todos modos no puedo imaginarme haciendo otra cosa, se que naci para hacer lo que hago. - se escucho a si mismo y noto la pasion con la cual habia respondido, sobre todo la ultima frase. - Y tu porque te dedicas al deporte? - le devolvio la pregunta con una sonrisa.

Le parecio interesante el hecho de que por mas que le hayan impuesto el ser tenista, ahora lo haga por conviccion propia. - Es bueno que hayas llegado a amar lo que haces. Si solo lo hacias porque te lo impusieron de seguro serias infeliz con respecto a tu profesion. - le dedico una sonrisa antes de contestar a su pregunta, los mas jovenes no solian preguntar por aquellas cosas. - Bueno, asumi el cargo hace poco. Hice una propuesta para mejorar la ley 11.347, la cual habla del tratamiento, manipuleo, transporte y disposición final de residuos patogénicos. Esto fue hace unos meses y fue aprobada con exito. Actualmente se esta trabajando en la ley de obesidad, pero otro senador de mi partido esta haciendo una propuesta para ello. Yo solo tengo que asistir a votar. - solto una pequeña risa al decir lo ultimo. - Ahora cuentame un poco de los torneos en los que participas.

Se guardo las ganas de seguir riendo ante la expresion de Ryoma. Era logico que no le entendiera absolutamente nada, pero aun asi su expresion le dio gracia. Luego presto atencion a lo que le comentaba el chico, y se dio cuenta de que estaban a mano. - A mi no se me dan bien los temas deportivos, asi que estamos a mano. - le aclaro. - Y resulta que eres todo un campeon... llegaras lejos. - Tal vez era repetir lo mismo una y otra vez, pero cuando el era mas joven no habia tenido a nadie que le dijera esas palabras y, en parte, le hubiese gustado escucharlas. - Apuesto a que tienes una repisa en tu habitacion llena de trofeos. - comento con una sonrisa.

Penso unos momentos en su despacho: Todo blanco, con un escritorio y una silla con amplio respaldo. - No lo creas, no hay nada de eso en mi despacho. En realidad solo tengo un par de muebles, lo necesario y nada mas. No tengo ni idea donde guarda mi asistente las otras cosas... seguramente las dejara por ahi. - dijo mientras le sonreia suavemente. Iba a continuar con la charla cuando un trueno resono afuera. Miro hacia la calle y vio que el cielo estaba completamente cubierto. - Espero que hayas traido paraguas...-