El nuevo médico

Yue se echó a reir. Bajó la taza de te, se incorporó y la dejó sobre la mesilla. Tras eso se acercó a la camilla donde estaba sentado Ichigo y se sentó a su lado aún sonriendo.

-Se ve de lejos que debes ser un reclamo para muchos... pero... es curioso que te acosen, tienes cara de ser duro con aquellos que te molesten, y verte escondiéndote de alguien... nunca lo hubiera imaginado.- De nuevo le puso la mano sobre la rodilla sonriendo.

-Entonces... ¿Qué piensas hacer... seguir huyendo de él?

Yue levantó la mano mirándole y la posó sobre su propia rodilla.

-Sí, un reclamo. Atraes a los hombres... como la carnaza atrae a los tiburones. Y no lo puedes remediar. -Yue ahora estaba serio- Ni lo podrás remediar nunca. Y sí, huyes.-Suspiró y se tumbó en la camilla con las manos tras la nuca- Huyes porque no sabes lo que quieres. Equivocarse también es una opción, taparse con una manta para no ver lo que ocurre a tu alrededor no es bueno... de todos modos eres mayorcito, ya te lo he dicho.

Yue chasqueó la lengua a modo de desaprovación.

Yue gira sobre sí mismo quedando de lado para mirar a Ichigo.

-¿Quieres decir que el que te persigue es un profesor?- Se echa a reir- Eso me suena... y me encantaría verlo. ¿Cómo es el profesor?

Yue rie en voz baja.

-Parece que lo tienes bien analizado al pobre profesor... ¿Komui, has dicho?- suspira- le echaré un ojo a ver si tienes razón en lo que has dicho.- da la vuelta del todo quedando boca abajo mirándole.

Su cabello plateado cae como si de una cortina se tratase, una cortina brillante con aroma fresco.
Juguetea con sus manos mientras le mira.

Se queda unos minutos en silencio, boca abajo en la camilla y balanceando los pies en el aire... las zapatillas bailan en sus pies. Apoya la cabeza en las manos pensativo.

Al rato baja las piernas, gira sobre sí mismo y vuelve a quedar mirando al techo con las manos bajo la nuca. "El te!"-piensa.

-¿puedes pasarme la taza de te? Ya debe haberse enfriado un poco... -tiende la mano sin leveantarse para que se la de.

Yue toma la taza y da un sorbo. Hace una mueca de asco "el te está frío... =.= "-piensa y deja la taza en el suelo.

-Eh... entonces me alegro de que hayas cambiado al menos un poco de opinión... yo ya empezaba a pensar que tenías la cabeza de corcho -éstas últimas palabras las susurró, y tras eso se echó a reir encima de la camilla.

-Me pillabas aburrido si he de serte sincero. Pero ya es bueno que tengas una impresión como esa tras hablar conmigo. Al menos no ha hecho falta que cerrase la enfermería con llave- la última frase la susurró y le sonrió.

Se incorporó y se sentó de forma normal sobre la camilla.

-Eres un chico majo. Pensé que tendría que echarte nada más verte

Yue sonrie de forma cálida, como sin remordimientos.

-Cerré la enfermería para que no pudieses salir, no para que no entrases.- Pero no ha hecho falta.

Se cruza de piernas.

-¿A qué lugar denominais "tétrico"? Siento curiosidad... aparte, la enfermería no es tétrica... siempre y cuando no enfades al médico- sonrie de nuevo.

Yue se echó a reir.

-Puede que si te portas bien te cuente el motivo por el que cerré la puerta al entrar- sonrie.- Y lo de la sala de profesores es... realmente... gracioso- siguió riendo.

Yue cada vez reía con más ganas.

-No me digas... ¿y cómo se llama?!

Yue no puede parar de reir.

-De... de verdad que eres gracioso... algún día tendrás que presentárme... a ese profesor...-entre risas.

-Va, va... ya paro... lo siento...- sonrie de nuevo ^^- sólo es que al final me ha entrado curiosidad por ese profesor... y francamente me lo estás pintando como una persona horríble y... no sé, no puedo evitar imaginarlo con cuernos y cola retorcida. Tú estate tranquilo que tampoco debe de ser como para...