Sentados en un banco

REIJI:

Salieron L y Reiji de la biblioteca y paseando tranquilos, en silencio, llegaron al parque. La brisa soplaba y les revolvía el cabello y un embriagador aroma a hierba recién cortada inundó sus sentidos.

El ambiente era fresco y Reiji deseaba sentarse a la sombra de un árbol.

Hizo falta buscar poco, pues bajo unos cuantos árboles encontraron un bonito banco de madera y hierro forjado que se iluminaba intermitentemente con los escasos rayos de sol que lograban sortear las hojas de los árboles.

"Ésto es perfecto"-pensó Reiji mientras se sentaba con un suspiro de satisfacción.

Apoyó la espalda en el respaldo y dejó caer la cabeza hacia atrás mientras el cabello jugaba con el viento.

-¿Te gusta éste lugar?- susurró.- Es tranquilo, silencioso y perfecto para charlar tranquilos.

L:

La iluminación era perfecta; la sombra refrescaba y aun así dejaba luz para poder ver claramente. Volveria luego para leer, pues es un lugar bastante tranquilo, se podría decir que hasta acogedor...-Me gusta.. Si, bastante...- me siento en cuclillas sobre la banca, mirando al cielo, las nubes ser guiadas por el viento o algunas hojas revolotear entre lo alto- te vez como alguien de personalidad calmada... algo introvertido pero a la vez extrovertido... ¿Puedo saber que signo eres?

Reiji sonrie mirando al cielo.
Mira a L un instante con la cabeza de medio lado y le dedica otra sonrisa.

-Soy leo, si es eso lo que querías saber- sigue hablando en susurros, pues no quiere que se pierda la tranquilidad del lugar.- ¿te dice algo eso?

Apoya con calma las manos sobre sus rodillas e inspira hondo.

"Se está tan bien aquí..."- Piensa. Parece que le entra un poco de sueño o tal vez sea la extrema relajación.

Se muestra algo flacido, al menos en el sentido de que pareciera estar a punto de caer dormido- ¿esta bien? y si, me dice algo... las personas nacidas bajo ese signo gustan de ser mimados y tienen caracter fuerte... al menos es un patron seguido, a escepcion de que ciertos eventos allan cambiado la personalidad...- inevitablemente, mis iris oscuras estan contemplandolo. Su sonrisa, su rostro relajado, pasivo. Lo admito, es toda una belleza- cuentame... ¿de donde vienes y el por que llegaste a esta ciudad?

Reiji abre los ojos para contestarle.
-Sólo tengo algo de sueño.-le sonrió- Soy de aquí, pero estudié en Estados Unidos durante diez años. Volví aquí con la intención de retomar la vida que dejé. He encontrado un piso y un trabajo y estoy estudiando por mi cuenta... parece que poco a poco he encontrado el camino que había dejado atrás hace años.

Se le van cerrando los ojos, pero no borra la sonrisa de su rostro.

-Que día más bueno hace...-susurra- Cuéntame tú... ¿Eres de aquí?

Levanto una ceja. En cualquier segundo va a caer, seguro. Me siento como usualmente se sientan las personas, palmeandome las piernas- si quieres recarge la cabeza aquí, por mi no hay problema alguno...- digo amablemente y sonriendo un poco- si, soy de aquí y siempre he estado en este lugar. Vivo con un amigo; nos compartimos los gastos... y ando estudiando psicologia, para variarle al asunto... es muy entretenida, me agrada bastante... -recargo el cuerpo contra el respaldo, respirando pausadamente, en pz- un tiempo considere estudiar algun curso de reposteria... pero eso quedo atrás...

Reiji le sonrie un instante y acto seguido apoya la cabeza sobre su regazo. Queda tumbado boca arriba, con las rodillas flexionadas y los pies sobre el banco. Entrelaza sus manos sobre su pecho y el cabello queda esparcido por las rodillas de L.
Entrecierra los ojos y finalmente acaba por cerrarlos del todo. No está dormido, sólo descansa. Respira de forma plácida, profundamente y el tórax se mueve al son de sus palabras.

-Seguro que eres bueno en psicología, tienes cara de ser muy inteligente y sin duda observador. ¿Cómo es el amigo con el que vives?

Ahora que oculta los ojos tras sus claros parpados, me siento en mayor libertad de admirar su belleza natural, sus facciones y incluso su cuerpo- lo admito, me gusta observar... y mi amigo es... bueno, nos llevamos bien... a veces competimos, pero al final la llevamos tranquilamente... es... mi unico y primer amigo... -alzo la mirada, pensando en lo ultimo que dije. Es la verdad... pero... vuelvo a donde el otro yace dormitando. Tal vez he encontrado un nuevo amigo

Reiji queda dormido con la los labios ligeramente abiertos. Hace ruiditos muy débiles mientras respira, pequeños gemidos a la par que se retuerce buscando una postura más cómoda para su cabeza.
Huele bien, a vainilla.

Despejo su frente de algunos mechones rebeldes, paseando los dedos entre su cabello sedoso, viendolo dormir tan dulcemente... Como puedo, logro agacharme y besar su mejilla, ayudandolo a que se acomode y siga durmiendo, yo mientras tanto, me pongo a reflexionar a pensar montones de cosas a la vez, como es mi costumbre, quedandome quieto y relajado, dejando al otro descansar todo lo que quiera, continuando con las caricias a sus hebras

Poco después de sentir el beso en la mejilla, Reiji abre lentamente los ojos. Se sonroja, pues sabe que se ha quedado dormido en medio de la conversación e intenta levantarse.
Queda sentado de lado y gira el cuerpo para mirarle avergonzado.

-Lo... lo siento, está todo tan tranquilo y es tu voz tan relajante... que no he podido evitarlo.-Tiene cara de dormido aún.

Se rasca la nuca con timidez y pasa su mano por el cabello. "La goma de pelo...no está" piensa.
Sonrie aún de forma tímida a L y sin saber qué hacer o decir.

Resisto la pequeña risa que ansiaba salir, cerrando los parpados alegremente, con lso labios ne una feliz curva, encogiendome en hombros mientras mi dedo indice se posa levemente sobre mis labios- desuida, ya me lo has pagado, además, no me molesta... no soy... hablador... soy más de escuchar...- le miro, mordiendome el labio inferior. Se ve lindo y confundido al no saber que soy yo quien tiene la liga. Lo dejare otro rato así...- se te ve bien... el cabello suelto... le das oportunidad al viento de arrullarlo...

Reiji se sonroja visiblemente y baja la mirada de forma tímida.

-Debo haber perdido la goma al salir del trabajo... porque recuerdo haber salido con ella puesta- susurra.

Pasa las piernas por el hueco entre el respaldo y el asiento del banco de modo que queda al lado de L pero frente a él y le sonrie de nuevo, aún sonrojado.

-¿De veras crees que está bien así mi cabello? Eso de llevarlo suelto no... no sé...

Llevo mi mano hasta su pelo, tomando un mechon, deslizandose los cabellos entre mis dedos mientras mis ojos se posan en los suyos, haciendo contacto visual directo, susurrando suavemente- te queda ... perfecto...- paso las yemas d elso dedos por el contorno de su rostro y labios, retirandolos.

Veo al frente, haciendo como si nada- para mi que te va bien...- algunas aves picotean y buscan comida frente a nosotros. Yo espero un resultado de mis acciones, vigilando sus movimientos por el rabillo del ojo

Reiji contiene la respiración al sentir el contacto de L... mira de reojo su mano. La mirada del chico paraliza a Reiji y sus mejillas se colorean de un rosado intenso. Al sentir los dedos de L en sus labios, Reiji los abre levemente, como si quisiese decir algo... pero no salen palabras de su boca.

Quiere decir algo, pero no puede; quiere moverse, pero no sabe donde poner las manos... simplemente retoma la respiración de forma penosa y su mirada se pierde en el suelo.

Vuelvo a repetir el proceso, pero esta vez, me acerco, apoyandome en el respaldo, usnado la otra mano para tomarlo por la barbilla, haciendolo voltear a verme, acercandome bastante- Reiji-san... que bonito rubor... ¿me deja... hacerlo sonrojas aun más?...- no espeor la respuesta, pues para mi es muy obvio. Cierro los ojos segun me voy acercando, posando los labios sobre los suyos. Es suave, tibia y se amolda a la mia. Muevo suavemente la boca, en un tranquilo ritmo, sintiendo ese pedacito de él

Reiji se sobresalta, pese a ello no se aparta sino que sigue el beso de una forma muy tímida. No se atreve a cerrar los ojos, y le mira atentamente entre la sorpresa y la incerteza.
Se pone nervioso, le tiemblan los labios y a la vez se le encienden, casi queman y se han puesto de un rojo subido al igual que sus mejillas.
Apoya la mano en el pecho de L y la cierra agarrando su camiseta.
La respiración de Reiji se agita, aún sin haber separado sus labios de los del chico, intenta respirar por la boca, pero está sellada... así que expulsa el aire por la nariz.
Casi pueden oirse los latidos de su corazón, en la nuca, los labios y las manos que palpitan también.

Noto sus nervios o en todo caso, la inexperiencia total. Me separo para darle oportunidad de respirar, pero no demasiado. Vuelvo a atraparlo. Es delicioso, sabe bien... sabe... dulce. Lo dejo inhalar de nuevo, bajando mis besos por su barbilla, su cuello y manzana de Adán, parando ahí, subiendo de nuevo hasta llegar a sus pomulos tersos y hermosos. Alejo el rostro unos sentimetros, mirandolo fijamente, preguntandome que pensara de mi o cual sera su posible reacción

Reiji está extasiado, completamente encendido. Su rostro se ha coloreado de un rojo intenso y sus ojos bailan buscando un punto fijo a donde dirigir la mirada. Sus manos tiemblan sujetando la camiseta de L y sus labios quedan entreabiertos sin apenas moverse, sólo temblando levemente de vez en cuando.
Suelta una de las manos y la posa en su propio cabello, nervioso juguetea con uno de sus mechones. Frunce el ceño como si no supiese que hacer o decir de nuevo. Parece que aún no ha recuperado la respiración del todo.

Poso mi mano sobre la suya, tomandola, manteniendola donde esta, sintiendo la tibiesa de la misma y su piel tan suave, acercando el rostro de nuevo a él, quedando sumamente cercanos- Reiji-san... ¿tiene usted... pena? Es muy guapo, ¿sabe?...-poso la mano libre sobre su pierna, estando ya tan proximos que mi respiración se mezcla con la suya, rozandose nuestras bocas- ¿que piensa usted de mi?

Abre y cierra la boca, casi como si se hubiese sumergido en el agua y quisiese respirar. En realidad buscaba palabras en su mente... pero éstas se perdían en el camino hacia sus labios.

-Y-yo... no sé... yo...- apenas puede articular más.

Realmente Reiji estaba sorprendido, como si todo aquello le sobrepasase y viniese completamente de nuevas.
Siene la mano en su pierna y su propia mano siendo apresada por la de L... se estremece violentamente.

-¿Por qué...?-susurra.

Vuelvo a besarlo, cortando sus palabras, explorando su boca, robando su aliento para regresarselo cuando lo dejo respirar de nuevo- Ya te lo dije... eres muy... guapo...- le doy su espacio, para que pueda pensarlo un poco, meditarlo. Creo que me he sobrepasado con el chico...

Reiji se sonroja al extremo. Demasiadas emociones en pocos segundos, extasiado se deja caer hacia dejante apoyando la cabeza sobre el pecho de L.
Siente su olor que se entremezcla con el suyo y la calidez de su torso. Sin pensarlo acaricia el torso del chico por encima de la camiseta, de arriba a abajo hasta encontrar el borde de ésta. Inconscientemente Reiji mete la mano dentro de la camiseta y roza con la yema de sus dedos el vientre de L.
Se sobresalta y le mira nervioso.

-L-lo... lo siento- susurra quitando lentamente la mano.

Atrapo su mano antes de que se aleje demasiado, volviendo a ponerla donde esta, sonriendo al otro pelinegro, enredando mis dedos entre su cabello, tomandolo por la nuca, acercandolo, delineando sus rosados labios con la punta de mi lengua la cual introduzco a su cavidad, enredandola con la suya, paseandose mi palma por su pecho, acariciando sobre la ropa, buscando como colarse a traves de la misma

Volvió a posar la mano sobre su vientre, por dentro de la camiseta. Siguió el beso aún desconcertado y tímido. Le temblaban los labios y cada vez éstos estaban más calientes, al igual que su mano que temblaba rozando la piel del chico.
Se separó un instante sin despegar la mano del vientre, se sonrojó exageradamente y cerró los ojos.

-E-Estamos en... en un parque...- susurró avergonzado.