intruso en la oscuridad

me encontraba en el pasillo que iba a la enfermeria, agudizando el oido y la vista, no queria encontrarme sorpresas por el camino
todo estaba oscuro, silencioso, no se escuchaba ni mi respiracion, cosa que hizo sentirme orgulloso ya que para eso me habian entrenado,
para que nadie, ni yo mismo, sintieran mi presencia.
camine hasta la enfermeria de puntillas, inclinado hacia delante, atento, una vez enfrente de la puerta, la examine
"no hay nadie dentro", saque una navajilla que siempre llevaba en el bolsillo, y la utilice para abrir la puerta, haciendo un clic sordo,
que amortigue poniendo la mano en la cerradura, entre cerrando la puerta tras de mi sin el pestillo y una vez dentro baje la persiana encendiendo la luz
de una lamparita al fondo de la enfermeria de forma que desde fuera no se apreciaba la luz.
me acerque al armario cogiendo vendas, unas pinzas y alcohol colocandolos sobre la camilla del fondo.
mire alrededor y la banqueta de la esquina la acerque a la camilla y la mesi de la lampara la acerque a la banqueta, de manera que todo quedaba enrente
de la puerta misteriosa y yo de espaldas a la entrada, en el recoveco de la enfermeria, y de esa manera me dispuse a curarme las heridas

Yue:

Se puso la camisa por el camino tras salir de la habitación de Iruka, sabía perfectamente donde estaban las cremas que buscaba, así que sería un segundo...
El pasillo hacia la enfermería estaba oscuro... se había hecho un poco tarde entre tantas tonterías con Iruka y ni siquiera se habían dado cuenta.
Llegó a la puerta de la enfermería, estaba cerrada... sacó las llaves y las fue a meter en la cerradura, pero al apoyar la mano sobre el pomo, ésta se abrió sola... ¿Se había dejado la puerta de la enfermería abierta la última vez que salió? Últimamente estaba un poco despistado, así que podía ser.
Entró y para su sorpresa también estaba la luz encendida... pero la luz de una lamparita que había arrinconado para iluminar mientras hacía las curas.
Desde luego... había que ser realmente despistado para dejarse la luz encendida....
Sin fijarse más entró en la enfermería y fue directo al cajón de las cremas para contusiones... alargó la mano para abrirlo cuando vio que algo se movía en la banqueta del fondo. Dio un respingo asustado. Había alguien.
Dejó el cajón y con sumo cuidado se acercó hasta la camilla...
Alargó la mano...
...Y la posó sobre el hombro de Kakashi.

-Pero... ¿Pero qué...?!- Le reconoció justo al tocarle.

solte ls pinzas y corte un trozo de venda con la navaja cuando note que me tocaban el hombro, en acto reflejo cogi la mano girandome hacia detras
de mi oponente colocando su mano en su espalda mientras hacia memoria si habia escuchado algun ruido o algo y la respuesta era no
-¿quien eres?
chillandole de los propios nervios hasta que me tranquilice y vi que era el doctor pero aun asi no me movi, seguia tenso

Yue se llevó un susto de muerte al ver la reacción de Kakashi y al apreciar que tenía una navaja en su mano.
-El... El que tendría que ponerse así soy yo!!! ¿Estás loco...!? ¿Quieres matarme de un infarto o qué?! Además... ¿Qué diablos haces aquí si estaba cerrado!?
Se soltó de Kakashi y le miró inquisitivo, con los brazos en jarra y la respiración acelerada.

no veia bien, tenia la vista borrosa
inclino hacia adelante a modo de ataque sin soltar la navaja fijando la vista en la silueta de delante
consiguio enfocar por unos segundos
-...yu..e..
sin fiarse del todo

-Claro que Yue... ¿A quién esperabas... al cocinero?- suspiró.- ¿Qué diablos te has hecho...? ¿Porque no me avisaste?
Se llevó la mano a la frente aún intentando relajarse tras el susto.
-Vamos... deja que te lo mire...- se puso delante de Kakashi, agachado para mirar aquellas heridas.
Chasqueó la lengua al verlo.
-¿Cómo te lo has hecho...?

me relaje cambiando la postura
-no..veo bien
intentaba enfocar pero no lo consegui asi que seguia hablando a tientas a lo que creia que era la cabeza
-no se donde vives,...ademas, puedo apañarmelas solo
apartandolo de enfrente y volviendose a sentar quitandose los critalillos que se habian enganchado en la camiseta y piel

-¿Tú crees que soy idiota?- suspiró molesto- Anda, desvístete que te empezaré a quitar los cristales... y deja de intentar enfocar la vista, que aparte de ponerte vizco te sobreesfuerzas...

Le quitó la camiseta y le obligó a quitarse los pantalones.

-Menuda sangría tienes liada aquí... ¿Te has caido en el container de reciclaje de vídrio o que? -le quitó las pinzas de la mano y empezó a quitarle los del muslo dejándolos en una bandejita. Seguí agachado frente a él.

deje que me desvistiera
-espera que me tumbo en la camilla
subiendome en la camilla
-y no me pongo visco
riendose porque en verdad sabia que si, mientras se llevaba la mano mala a la cabeza manchandose la cara de sangre

Dejó que se tumbara en la camilla y por pura comodidad apoyó la mano al otro lado del cuerpo de Kakashi quedando casi encima de él pero sentado en el borde de la camilla.
Siguió quitándole cristales del muslo, de espaldas a la puerta que había quedado abierta.
-¿Qué has hecho para acabar así?

- nada, me he caido y he me he quedado asi
rei a pesar de no tener gracia
-bueno, como fue la charla con el profesor?
apretando un poco los dientes ya que el ultimo cristalillo que habia sacado lo habia sentido mas de la cuenta

Siguió centrado en los cristales que le estaba sacando del muslo, sin mirarle ni levantar la cabeza... sin siquiera dar un respingo ni reaccionar ante aquella pregunta.
-Bien, bien. Una charla de lo más constructiva. Si te duele me lo dices.
Le arrancó primero los trozos más grandes y después los más pequeños, que costaban mucho de ver. El orden iba de la rodilla hacia la parte superior del muslo y de la parte más externa de éste, a la más interna.

-es un buen hombre, se puede hablar con el de todos los temas
en su ignorancia
-no, no me duele, noto como los sacas pero no es un dolor dolor
suspire del cansancio

Acabó con los trozos más próximos a la rodilla y fue subiendo hasta la mitad del muslo.
-Desde luego... estoy procurando hacerlo con cuidado, no me gustaría que te me desangraras aquí mismo... luego cuesta de limpiar, ya sabes...
Se acercaba mucho para encontrar todos y cada uno de los trozos que había bajo la piel... costaba mucho verlos

rio a carcajada limpia por el comentario
-ya ves, es que la sangre es dificil de sacar
me fije en que el doctor se acercaba mucho
-sino ves, enciende la luz, que yo he encendido esa- señalando la lamparita- para no llamar la atencion

-Nah... no hace falta, esa lamparita la uso para las curas, es con la que mejor veo. Lo único que te has clavado trozos muy pequeños. Por suerte ninguno está a demasiada profundidad... si huvieses pesado más hasta te habrías hecho daño de verdad y todo...

Quitó unos cuantos trozos más dejándolos siempre en la bandejita de acero inoxidáble. Seguía subiendo, tenía más de medio muslo derecho libre de cristales.

-pues menos mal que soy delgadito, no?
riendo
-y bueno, como te va como doctor del colegio?

-Pues tengo mucho tiempo libre, la verdad... de hecho... ésto es lo primero que hago realmente importante como médico desde que llegué.

Procuraba no mirarle cuando le hablaba, es más, sólo miraba el muslo del chico mientras quitaba cristalillos.

sonrei de medio lado
-vaya, entonces soy el unico que te da trabajo
me quede pensativo
-pues entonces tengo que ser un fastidio
me mire el pecho quitandome los cristales mas grandes

-Weh... en realidad eres el único, sí. Pero de ahí a ser un fastidio... no sé... tampoco...
Prácticamente tenía la pierna entera limpia, así que siguió subiendo por la cadera y el costado, quedando medio tumbado encima del chico.

segui a lo mio
-pues si no lo sabes tu, no lo voy a saber yo que soy el paciente,no?
respire pesadamente
-pues ayer conoci a mi compañero de habitacion, se llama.... haku, creo, es muy amable y esta en todo, es un chico muy observador
me quite un critalillo de mala manera haciendo sangrar un poco mas esa herida, chascando un poco la lengua

Chasqueó la lengua al ver lo que había hecho.
-¡Estate quieto! Antes de que lo hagas así prefiero quitártelos con los dientes, seguro que sangrarías menos, idiota
Siguió quitándole cristales de la cadera.
-Y no te toques...

rei por su comentario
-no creo, con los dientes cogerias mas de uno y acabaria sin piel
siguiendo a lo mio sin hacerle caso, al poco deje la mano pegada al cuerpo cerrando los ojos y suspirando

Llegó al vientre sacando cristales.
-¿Y pretendías sacártelos tú solo?! Estás completamente loco... podrías coger una infección de narices. ¿Dónde más tienes cristales?
Le miró por primera vez desde que había empezado las curas.

-pues claro
abriendo los ojos chocando con los del medico inespperadamente,
aguantando la repiracion noto como se le empezo a acelerar el corazon, hasta ese momento no se habia dado cuenta del azul
de sus ojos y el blanco de su rostro, que comparado con el, podia ser nieva perfectamene